El curriculum se ha estandarizado, obligación a cumplir y cubrir los mismos contenidos, y una evaluación del mismo modo.
Los resultados impresionan en sus números, enfoque basados en estándares, dejando así a los profesores sin la capacidad de innovar, con sólo una visión que seguir una línea ya establecida, a como lo llama Kincheloe “los modos reduccionistas, de ver enseñar y aprender”, donde las investigaciones educativas con la realidad en la aulas termina teniendo una grieta con pocas esperanzas de ser parchada.
Como lo dice en el artículo las reformas son aprueba de maestros, ya que estás reformas son plenamente positivistas, y los investigadores tampoco están dentro de un contexto igualitario a un docente dentro de un aula, por lo que los resultados de muchas investigaciones terminan siendo invisibles a los actores inmiscuidos plenamente en impartir clases.
La realidad hasta ahora en nuestro país, marca que existen investigadores, pero hacen falta investigadores dentro de las aulas, así como se imponen contenidos didácticos se necesita docentes capaces de seguir una misma línea de investigación, capaces de recavar datos, para convertirlos en realidades y crear aportaciones significativas hacia nuevas reforma educativas con dominio de ideas de los docentes y no dominio de ideas de tecnócratas.
La vida rutinaria mata la innovación de un docente, la rutina de investigar revive la innovación y si existieran varios docentes investigadores siguiendo una misma línea se podría establecer información confiable para poder compararla y resista a la cadena de cambio de información, para poder lograr la verdadera innovación una innovación no creada por un solo agente, sino una innovación generada por las masas de docentes, una innovación que pueda realmente ser tomada en cuenta para futuras reformas educativas.
El docente puede cambiar su realidad si esta dispuesto a entrar está dinámica de investigación, puede cambiar las quejas sobre los planes curriculares y convertir las mismas en propuestas, pero para cambiar esa realidad el maestro debe estar comprometido con lo siguientes aspectos:
1. Cuestionar su propia tarea.
2. Estudiar su propia tarea y
3. Poner a prueba sus teorías.
El tecnocrátismo y positivismo gubernamental se seguirá imponiendo, a la investigación educativa, a menos que los docentes entre al juego de la investigación y tomen su papel protagonista, sino seguirá permeado la investigación educativa como ocurrencias aisladas. La investigación educativa debe seguir una misma línea para encontrar resultados fundamentados.
Y cuando se habla que los docentes deben tener un papel protagonista en la investigación, no significa – yo lo investigue, son mis resultados, entonces no lo comparto – al contrario se trata del intercambio de información del apoyo mutuo, para entrar a una dinámica dialéctica de resultados de investigación. Como lo mencionan en el artículo realizar teoría y teorización, tomar en cuenta lo que otros han dicho y pensarlo y lo que otros dicen y piensan.
Para democratizar el aprendizaje es necesario, a mi particular punto de vista investigaciones que rebasen los paradigmas de las dos corrientes de investigación que se presentan en el artículo, se debe entrar a un universo de métodos de investigación, de líneas de investigación, modelos de investigación, tanto en aspectos cualitativos como cualitativos, es decir se para que la investigación tenga un impacto se deben crear no solo investigaciones aisladas, sino no proyectos de investigación de manera conjunta a un nivel macro, sólo entonces se podrá cambiar el contexto en el que viven los educadores.
Si un educador anhela y pide una transformación de su contexto, debe entrar a la dinámica de una investigación organizada de manera conjunta, para lograr verdaderas propuestas en un marco hacia las reformas educativas.
Ulises Alejandro Duarte Velazquez
Los resultados impresionan en sus números, enfoque basados en estándares, dejando así a los profesores sin la capacidad de innovar, con sólo una visión que seguir una línea ya establecida, a como lo llama Kincheloe “los modos reduccionistas, de ver enseñar y aprender”, donde las investigaciones educativas con la realidad en la aulas termina teniendo una grieta con pocas esperanzas de ser parchada.
Como lo dice en el artículo las reformas son aprueba de maestros, ya que estás reformas son plenamente positivistas, y los investigadores tampoco están dentro de un contexto igualitario a un docente dentro de un aula, por lo que los resultados de muchas investigaciones terminan siendo invisibles a los actores inmiscuidos plenamente en impartir clases.
La realidad hasta ahora en nuestro país, marca que existen investigadores, pero hacen falta investigadores dentro de las aulas, así como se imponen contenidos didácticos se necesita docentes capaces de seguir una misma línea de investigación, capaces de recavar datos, para convertirlos en realidades y crear aportaciones significativas hacia nuevas reforma educativas con dominio de ideas de los docentes y no dominio de ideas de tecnócratas.
La vida rutinaria mata la innovación de un docente, la rutina de investigar revive la innovación y si existieran varios docentes investigadores siguiendo una misma línea se podría establecer información confiable para poder compararla y resista a la cadena de cambio de información, para poder lograr la verdadera innovación una innovación no creada por un solo agente, sino una innovación generada por las masas de docentes, una innovación que pueda realmente ser tomada en cuenta para futuras reformas educativas.
El docente puede cambiar su realidad si esta dispuesto a entrar está dinámica de investigación, puede cambiar las quejas sobre los planes curriculares y convertir las mismas en propuestas, pero para cambiar esa realidad el maestro debe estar comprometido con lo siguientes aspectos:
1. Cuestionar su propia tarea.
2. Estudiar su propia tarea y
3. Poner a prueba sus teorías.
El tecnocrátismo y positivismo gubernamental se seguirá imponiendo, a la investigación educativa, a menos que los docentes entre al juego de la investigación y tomen su papel protagonista, sino seguirá permeado la investigación educativa como ocurrencias aisladas. La investigación educativa debe seguir una misma línea para encontrar resultados fundamentados.
Y cuando se habla que los docentes deben tener un papel protagonista en la investigación, no significa – yo lo investigue, son mis resultados, entonces no lo comparto – al contrario se trata del intercambio de información del apoyo mutuo, para entrar a una dinámica dialéctica de resultados de investigación. Como lo mencionan en el artículo realizar teoría y teorización, tomar en cuenta lo que otros han dicho y pensarlo y lo que otros dicen y piensan.
Para democratizar el aprendizaje es necesario, a mi particular punto de vista investigaciones que rebasen los paradigmas de las dos corrientes de investigación que se presentan en el artículo, se debe entrar a un universo de métodos de investigación, de líneas de investigación, modelos de investigación, tanto en aspectos cualitativos como cualitativos, es decir se para que la investigación tenga un impacto se deben crear no solo investigaciones aisladas, sino no proyectos de investigación de manera conjunta a un nivel macro, sólo entonces se podrá cambiar el contexto en el que viven los educadores.
Si un educador anhela y pide una transformación de su contexto, debe entrar a la dinámica de una investigación organizada de manera conjunta, para lograr verdaderas propuestas en un marco hacia las reformas educativas.
Ulises Alejandro Duarte Velazquez
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