Enseñar a leer a través del nombre de los alumnos es una estrategia de enseñanza que, además de ser efectiva, lleva a un aprendizaje duradero en la trayectoria educativa de los niños. La efectividad de esta estrategia de enseñanza de la lectura y la escritura, se debe a que el nombre propio de una persona está cargado de significados positivos y agradables. No se trata de un simple marcador que distingue, por ejemplo, a Adriana de Raúl y a ambos de todos los demás niños que asisten al aula. El nombre de un niño contiene todos los recuerdos y sentimientos que tienen un valor para él. Aprender a leer y a escribir a partir de su nombre, permite a los niños comunicarse con los demás a través de la palabra escrita, y eso es algo que les permitirá abrirse a un rico conjunto de nuevas interrelaciones positivas y constructivas con el mundo en donde viven. Sólo entonces podremos decir que, como figuras educativas del Conafe, hemos ayudado a formar ciudadanos responsables de sí mismos, y co