Uno de los efectos más perversos en el endurecimiento de las políticas migratorias de los Estados Unidos son las medidas que implican expulsar a miles de niños y jóvenes mexicanos que estudian en ese país y cuya situación migratoria es irregular. El efecto inmediato sería su devolución a México y la cancelación de sus aspiraciones y anhelos educativos.
En RED núm. 7 incluimos un acercamiento a este problema que apunta que si bien el Estado mexicano podría ser capaz de ofrecer servicios de educación básica a los menores provenientes de los Estados Unidos, la capacidad de absorción de la demanda de acceso a la educación media superior es muy limitada debido a la situación que enfrenta ese nivel educativo en la actualidad.
Comentarios